Títeres por una buena causa
Publicado por MISIÓN Y VISIÓN | Etiquetas: Eventos | Posted On domingo, 17 de enero de 2010 at 8:30
Público Milenio
2010-01-17
2010-01-17
Teatro
La compañía La Cucaracha presenta hoy La guerra del mono y el tigre
La compañía La Cucaracha presenta hoy La guerra del mono y el tigre
La fuerza del frío que continúa en varias regiones del país, ha movilizado a varios grupos artísticos para ofrecer espectáculos con la finalidad de apoyar a grupos que lidian con diversas circunstancias de riesgo. Un ejemplo es el caso de los niños y ancianos wixaritari, cuya zona geográfica es azotada por el frío y para proveerles recursos que les auxilien para hacer frente a la temporada, la compañía La Cucaracha presenta hoy el montaje de títeres La guerra del mono y el tigre, un cuento de origen venezolano cuya moraleja explica que los pequeños son capaces de luchar frente a los más grandes si se mantienen unidos.
El toque de la compañía consiste en ofrecer a chicos y adultos relatos que les enriquecerán no sólo como seres humanos sino también muy útiles para fortalecer la identidad latina.
La función que esta tarde darán en el teatro Alarife Martín Casillas, es parte de las Jornadas Teatrales de Solidaridad Invernal, con las que se pretende reunir ropa y juguetes. La iniciativa surgió entre el programa Alas y Raíces de Jalisco, la Dirección de Teatro de la Secretaría de Cultura, la Unidad de Apoyo a las Comunidades Indígenas de la Universidad de Guadalajara y la Liga de Titiriteros de Occidente, en la que destaca el dominio de las técnicas del teatro negro de La Cucaracha.
Otras obras que son parte del proyecto que arrancó el domingo 10 de enero son La vendedora de nubes, y Sekesekeima, el violín mágico.
Para ingresar a la función de hoy, basta con donar cobijas, suéteres o prendas para protegerse del frío o bien juguetes.
La cita es hoy en el teatro Alarife Martín Casillas (avenida Prolongación Alcalde 1351) a las 13:00 horas.
El toque de la compañía consiste en ofrecer a chicos y adultos relatos que les enriquecerán no sólo como seres humanos sino también muy útiles para fortalecer la identidad latina.
La función que esta tarde darán en el teatro Alarife Martín Casillas, es parte de las Jornadas Teatrales de Solidaridad Invernal, con las que se pretende reunir ropa y juguetes. La iniciativa surgió entre el programa Alas y Raíces de Jalisco, la Dirección de Teatro de la Secretaría de Cultura, la Unidad de Apoyo a las Comunidades Indígenas de la Universidad de Guadalajara y la Liga de Titiriteros de Occidente, en la que destaca el dominio de las técnicas del teatro negro de La Cucaracha.
Otras obras que son parte del proyecto que arrancó el domingo 10 de enero son La vendedora de nubes, y Sekesekeima, el violín mágico.
Para ingresar a la función de hoy, basta con donar cobijas, suéteres o prendas para protegerse del frío o bien juguetes.
La cita es hoy en el teatro Alarife Martín Casillas (avenida Prolongación Alcalde 1351) a las 13:00 horas.
Pretextos del goierno Jalisco al no llegar a tiempo la ayuda oligada
Publicado por MISIÓN Y VISIÓN | Etiquetas: lucha de pueblos indígenas, mujer indígena, Niñez Indígena, PROBLEMAS GLOBALES | Posted On at 8:11
Lajornada Jalisco
domingo 17 de enero de 2010
Sigue sin llegar ayuda a rancherías huicholas; el deshielo aumenta el frío
Requieren ropa abrigadora; no se han podido abastecer de comida ni de pastura
Sigue sin llegar ayuda a rancherías huicholas; el deshielo aumenta el frío
Si no se hubieran opuesto a la carretera el apoyo ya habría llegado, expresó Emilio González
PALOMA ROBLES
En la zona huichol de Jalisco se han registrado fuertes nevadas
Foto: FOTO LA JORNADA JALISCO
domingo 17 de enero de 2010
Sigue sin llegar ayuda a rancherías huicholas; el deshielo aumenta el frío
Requieren ropa abrigadora; no se han podido abastecer de comida ni de pastura
Sigue sin llegar ayuda a rancherías huicholas; el deshielo aumenta el frío
Si no se hubieran opuesto a la carretera el apoyo ya habría llegado, expresó Emilio González
PALOMA ROBLES
En la zona huichol de Jalisco se han registrado fuertes nevadas
Foto: FOTO LA JORNADA JALISCO
Por lo menos 70 rancherías de la comunidad huichol siguen al desamparo del frío, ya que se encuentran dentro de la sierra nevada y son las más difíciles de inspeccionar. La ayuda que ofreció el DIF Jalisco en colaboración con Protección Civil y Bomberos sólo se ha distribuido en los centros poblacionales más grandes como Pueblo Nuevo, Nueva Colonia y Santa Catarina.
Mientras la temperatura desciende por el deshielo en la sierra Wixárika luego de las intensas nevadas registradas desde la madrugada del viernes, la ayuda de DIF Jalisco y Protección Civil y Bomberos se quedó sólo en las poblaciones grandes de la región, acusa Tunuary Chávez de la Asociación Jalisciense de Apoyo a Grupos Indígenas (Ajagi), organización que trabaja con grupos wixaritari en la región desde hace varias décadas.
Chávez señaló desabasto en las tiendas de abarrotes porque “la gente en la sierra sigue incomunicada, alrededor de 7 hectáreas de la sierra permanecen nevadas”. El hambre arrecia, mientras muere poco a poco su principal medio de subsistencia, el ganado.
“A nivel oficial no ha llegado la ayuda a esas comunidades. El problema grave ahorita se está empezando a vivir con el ganado que tiene por lo menos dos días sin comer. Ya no hay hierba para comer. En la mañana ya se encontró un animal muerto. Podemos esperar que de no haber un cambio en el clima en las próximas horas, más ganado empiece a morir”, advirtió Chávez.
Según información del activista, al mediodía de ayer, la gente solicitaba ropa abrigadora, víveres, pero también alimento para ganado. Por lo menos “2 mil personas se encuentran en esas condiciones”, explicó Chávez. “Sus rancherías están aisladas, no hay luz eléctrica, ni acceso para vehículos, no hay pistas donde puedan aterrizar avionetas o helicópteros. Personalmente en 70 rancherías es en donde veo el mayor riesgo”.
Por su parte, Germán Pinto Acévez, encargado de la operación llevada a cabo por parte de Protección Civil y Bomberos, informó que la entrega de los insumos en el municipio de Mezquitic, y comunidades altas lo harían a través del helicóptero Fénix.
Alrededor de las 11 de la mañana el gobernador Emilio González Márquez aterrizó en Pueblo Nuevo y recorrió la zona. Ante la situación de frío no dudó en expresar su deseo de seguir construyendo la carretera Bolaños-Huejuquilla que ha sido impugnada legalmente por algunas comunidades de la zona por afectaciones a lugares sagrados y los recursos naturales.
“Estamos construyendo una carretera, que en circunstancias como ésta nos ayude a estar más cerca, que la ayuda llegue pronto. Esta comunidad se opuso a la construcción de la carretera, yo los quiero invitar a que reflexionen, que esta carretera no va a afectar su tradición ni su cultura, por el contrario, les va a traer beneficios”.
González Márquez agregó: “si la tuviéramos, en lugar de esperar unas horas más para los apoyos, desde ayer hubieran llegado”
Mientras la temperatura desciende por el deshielo en la sierra Wixárika luego de las intensas nevadas registradas desde la madrugada del viernes, la ayuda de DIF Jalisco y Protección Civil y Bomberos se quedó sólo en las poblaciones grandes de la región, acusa Tunuary Chávez de la Asociación Jalisciense de Apoyo a Grupos Indígenas (Ajagi), organización que trabaja con grupos wixaritari en la región desde hace varias décadas.
Chávez señaló desabasto en las tiendas de abarrotes porque “la gente en la sierra sigue incomunicada, alrededor de 7 hectáreas de la sierra permanecen nevadas”. El hambre arrecia, mientras muere poco a poco su principal medio de subsistencia, el ganado.
“A nivel oficial no ha llegado la ayuda a esas comunidades. El problema grave ahorita se está empezando a vivir con el ganado que tiene por lo menos dos días sin comer. Ya no hay hierba para comer. En la mañana ya se encontró un animal muerto. Podemos esperar que de no haber un cambio en el clima en las próximas horas, más ganado empiece a morir”, advirtió Chávez.
Según información del activista, al mediodía de ayer, la gente solicitaba ropa abrigadora, víveres, pero también alimento para ganado. Por lo menos “2 mil personas se encuentran en esas condiciones”, explicó Chávez. “Sus rancherías están aisladas, no hay luz eléctrica, ni acceso para vehículos, no hay pistas donde puedan aterrizar avionetas o helicópteros. Personalmente en 70 rancherías es en donde veo el mayor riesgo”.
Por su parte, Germán Pinto Acévez, encargado de la operación llevada a cabo por parte de Protección Civil y Bomberos, informó que la entrega de los insumos en el municipio de Mezquitic, y comunidades altas lo harían a través del helicóptero Fénix.
Alrededor de las 11 de la mañana el gobernador Emilio González Márquez aterrizó en Pueblo Nuevo y recorrió la zona. Ante la situación de frío no dudó en expresar su deseo de seguir construyendo la carretera Bolaños-Huejuquilla que ha sido impugnada legalmente por algunas comunidades de la zona por afectaciones a lugares sagrados y los recursos naturales.
“Estamos construyendo una carretera, que en circunstancias como ésta nos ayude a estar más cerca, que la ayuda llegue pronto. Esta comunidad se opuso a la construcción de la carretera, yo los quiero invitar a que reflexionen, que esta carretera no va a afectar su tradición ni su cultura, por el contrario, les va a traer beneficios”.
González Márquez agregó: “si la tuviéramos, en lugar de esperar unas horas más para los apoyos, desde ayer hubieran llegado”
43 años de prisión a mujeres indígenas por exigir identificarse a policias, el caso de Jacinata y más
Publicado por MISIÓN Y VISIÓN | Etiquetas: lucha de pueblos indígenas, mujer indígena | Posted On viernes, 15 de enero de 2010 at 6:49
Ricardo Rocha
Detrás de la Noticia
24 de diciembre de 2009
Carta al procurador general de la República
Detrás de la Noticia
24 de diciembre de 2009
Carta al procurador general de la República
Estimado Sr. Procurador:
Le digo así no por una formalidad cortés, sino que se lo expreso sinceramente. Y es que, aunque no lo conozco personalmente, lo tengo por persona justa y sensible. Por lo que me dirijo a usted, créame, sin el menor asomo de ironía. Deseándole, antes que nada, que pase una muy feliz Navidad en compañía de los suyos. Porque supongo que hoy, justamente hoy que es Nochebuena, cenará muy cálidamente en compañía de su familia. Qué bueno.
Lo malo, señor procurador, es que no será el caso de dos mujeres que hoy pasarán una noche no tan buena, sí muy fría, aislada y distante. Pero además, despiadadamente injusta. Se trata de dos mexicanas como usted y yo, pero que padecen tres estigmas que son una desgracia en este país: son mujeres, indígenas y pobres: le hablo de Teresa González Cornelio y Alberta Alcántara Juan; aunque en cuanto a Teresa ella estará acompañada por Jazmín, su hija, que nació en esa prisión de San José El Alto, Querétaro, donde su madre está presa desde 2006.
Por cierto, yo la verdad ignoro el reglamento y no sé cuánto tiempo más Jazmín y Teresa estarán juntas en esa cárcel. Ni me atrevo a suponer cómo será el día en que Jazmín se vea obligada a salir y dejar ahí a Teresa. Porque, sabe señor procurador, la PGR a su muy digno cargo solicita la pena máxima para este tipo de delitos que es de 43 años de prisión.
Como lo supongo un hombre enterado, he omitido mencionar lo que tal vez usted ya sabe: Teresa y Alberta junto con Jacinta Francisco Marcial fueron acusadas del secuestro de seis agentes armados de la AFI el domingo —día de mercado— del 26 de marzo de 2006 en el pueblo ñahñú-otomí de Santiago Mezquititlán. Supongo que usted ha sido informado de que sus agentes fueron privados de su libertad, por lo que se configuró el delito de secuestro equiparado; yo en cambio, junto con otros colegas así como defensores de derechos humanos, creo que es un caso primero de abuso y luego de venganza.
Porque, déjeme decirle señor procurador, que después de recoger muchos testimonios en los lugares de los hechos, de varias entrevistas con las acusadas, de intentos de entrevistas con los acusadores y de escucharlos declarar al juez Rodolfo Pedraza Longi, que nunca nos dio la cara sino sólo la espalda, he llegado a las siguientes conclusiones: ellos llegaron a extorsionar con el pretexto de destruir mercancía pirata; se acobardaron cuando la indignación del pueblo los cercó y los intimidó; de ellos fue la iniciativa de dejar a uno de sus compañeros en garantía para regresar con la compensación por los daños; después del ridículo planearon su desquite y semanas después ellos y sus colegas secuestraron, sí, a las tres coacusadas a quienes llevaron con engaños a una prisión de la que ya no saldrían; a Jacinta porque la vieron en una foto de un periódico; a Teresa y Alberta con más ganas porque fueron quienes se atrevieron a exigirles su identificación cuando llegaron todos prepotentes a la plaza del pueblo.
Pero mire, señor procurador, vamos suponiendo sin conceder, que estas tres mujeres se hayan transmutado en fieras que pusieron en riesgo la vida de sus muchachos; vamos a suponer que nunca se produjeron las brutales contradicciones en que sus agentes han incurrido a lo largo del proceso; vamos a suponer que han caído en esa falsedad en declaraciones debido a su inexperiencia y nerviosismo y no a su mala fe; vamos a suponer que no es también una contradicción gigantesca que ustedes investiguen un caso en el que están involucrados como parte acusadora; vamos a suponer en fin que estas mujeres se equivocaron.
Es más, señor procurador, vamos a suponer que todo se debe a la suerte. Que Jacinta la tuvo muy buena porque contó con la experimentada defensa del Centro Pro y un significativo apoyo mediático y de ONG’s. Y que Teresa y Alberta la tuvieron mala porque su defensa no ha sido tan certera y su caso no ha llamado igual la atención. Vamos a suponer, contra toda lógica, que se trata de casos distintos.
Vamos a suponer, señor procurador, que todo eso es cierto. Pues déjeme decirle que aun así yo les pido con toda humildad a usted y a los señores agentes Antonio Guadalupe Romero Rojas, Jorge E. Cervantes Peñuelas, Luis Eduardo Andrade Macías, Jorge E. Pineda Gutiérrez, Juan Francisco Melo Sánchez y Antonio Bautista Ramírez que sean generosos. Que no malentiendan el orgullo. Por el contrario, que si algo los puede enaltecer es retirar la acusación contra Teresa y Alberta y evitar que pasen el resto de su vida en la cárcel.
Ya sólo me resta expresarle algo que quisiera poder decirles también a Teresa, a Alberta y a Jazmín, algo tan simple como feliz Navidad.
Le digo así no por una formalidad cortés, sino que se lo expreso sinceramente. Y es que, aunque no lo conozco personalmente, lo tengo por persona justa y sensible. Por lo que me dirijo a usted, créame, sin el menor asomo de ironía. Deseándole, antes que nada, que pase una muy feliz Navidad en compañía de los suyos. Porque supongo que hoy, justamente hoy que es Nochebuena, cenará muy cálidamente en compañía de su familia. Qué bueno.
Lo malo, señor procurador, es que no será el caso de dos mujeres que hoy pasarán una noche no tan buena, sí muy fría, aislada y distante. Pero además, despiadadamente injusta. Se trata de dos mexicanas como usted y yo, pero que padecen tres estigmas que son una desgracia en este país: son mujeres, indígenas y pobres: le hablo de Teresa González Cornelio y Alberta Alcántara Juan; aunque en cuanto a Teresa ella estará acompañada por Jazmín, su hija, que nació en esa prisión de San José El Alto, Querétaro, donde su madre está presa desde 2006.
Por cierto, yo la verdad ignoro el reglamento y no sé cuánto tiempo más Jazmín y Teresa estarán juntas en esa cárcel. Ni me atrevo a suponer cómo será el día en que Jazmín se vea obligada a salir y dejar ahí a Teresa. Porque, sabe señor procurador, la PGR a su muy digno cargo solicita la pena máxima para este tipo de delitos que es de 43 años de prisión.
Como lo supongo un hombre enterado, he omitido mencionar lo que tal vez usted ya sabe: Teresa y Alberta junto con Jacinta Francisco Marcial fueron acusadas del secuestro de seis agentes armados de la AFI el domingo —día de mercado— del 26 de marzo de 2006 en el pueblo ñahñú-otomí de Santiago Mezquititlán. Supongo que usted ha sido informado de que sus agentes fueron privados de su libertad, por lo que se configuró el delito de secuestro equiparado; yo en cambio, junto con otros colegas así como defensores de derechos humanos, creo que es un caso primero de abuso y luego de venganza.
Porque, déjeme decirle señor procurador, que después de recoger muchos testimonios en los lugares de los hechos, de varias entrevistas con las acusadas, de intentos de entrevistas con los acusadores y de escucharlos declarar al juez Rodolfo Pedraza Longi, que nunca nos dio la cara sino sólo la espalda, he llegado a las siguientes conclusiones: ellos llegaron a extorsionar con el pretexto de destruir mercancía pirata; se acobardaron cuando la indignación del pueblo los cercó y los intimidó; de ellos fue la iniciativa de dejar a uno de sus compañeros en garantía para regresar con la compensación por los daños; después del ridículo planearon su desquite y semanas después ellos y sus colegas secuestraron, sí, a las tres coacusadas a quienes llevaron con engaños a una prisión de la que ya no saldrían; a Jacinta porque la vieron en una foto de un periódico; a Teresa y Alberta con más ganas porque fueron quienes se atrevieron a exigirles su identificación cuando llegaron todos prepotentes a la plaza del pueblo.
Pero mire, señor procurador, vamos suponiendo sin conceder, que estas tres mujeres se hayan transmutado en fieras que pusieron en riesgo la vida de sus muchachos; vamos a suponer que nunca se produjeron las brutales contradicciones en que sus agentes han incurrido a lo largo del proceso; vamos a suponer que han caído en esa falsedad en declaraciones debido a su inexperiencia y nerviosismo y no a su mala fe; vamos a suponer que no es también una contradicción gigantesca que ustedes investiguen un caso en el que están involucrados como parte acusadora; vamos a suponer en fin que estas mujeres se equivocaron.
Es más, señor procurador, vamos a suponer que todo se debe a la suerte. Que Jacinta la tuvo muy buena porque contó con la experimentada defensa del Centro Pro y un significativo apoyo mediático y de ONG’s. Y que Teresa y Alberta la tuvieron mala porque su defensa no ha sido tan certera y su caso no ha llamado igual la atención. Vamos a suponer, contra toda lógica, que se trata de casos distintos.
Vamos a suponer, señor procurador, que todo eso es cierto. Pues déjeme decirle que aun así yo les pido con toda humildad a usted y a los señores agentes Antonio Guadalupe Romero Rojas, Jorge E. Cervantes Peñuelas, Luis Eduardo Andrade Macías, Jorge E. Pineda Gutiérrez, Juan Francisco Melo Sánchez y Antonio Bautista Ramírez que sean generosos. Que no malentiendan el orgullo. Por el contrario, que si algo los puede enaltecer es retirar la acusación contra Teresa y Alberta y evitar que pasen el resto de su vida en la cárcel.
Ya sólo me resta expresarle algo que quisiera poder decirles también a Teresa, a Alberta y a Jazmín, algo tan simple como feliz Navidad.
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